La participación colectiva posee un formidable potencial transformador si se aprovecha adecuadamente. La experiencia sugiere que la mayoría de los esfuerzos de cambios social e individual parten de trabajar aspectos vinculados con la participación individual en el diseño de sus itinerarios de cambio y movilidad social, con la toma de conciencia, la motivación, la implicación.
En este sentido, uno de los grandes desafíos consiste en la búsqueda permanente de metodologías y herramientas que faciliten la acción y soluciones colectivas mediante procesos participativos y trabajo en colectivo. Es decir, la aplicación de alternativas metodológicas que se fundamenten en la plena participación de los actores de esos procesos y que conduzcan a una práctica consciente y transformadora de la realidad en la que están inmersos.