No se trata de hacer auto-diagnósticos tan solo para saber más, sino para construir conjuntamente acciones de mejora de la calidad de vida. Así pasaremos desde la planificación y programación de actividades a la ejecución participada de las propuestas.
Dentro de los modelos de Planificación Estratégica nosotros solemos dar prioridad a la Planificación Estratégica Situacional (por ejemplo, de ahí hemos tomado el Flujograma y otros mecanismos de planificación). Pero también usamos el EASW (European Awareness Scenario Workshop), los mecanismos de las Democracias Participativas, de la Educación popular, el DRP (Diagnóstico Rural Participativo), etc. Aquí solo vamos a presentar una breve introducción a cómo entendemos estos pasos para la elaboración de las propuestas y el seguimiento de su ejecución.
Planificar es proyectar escenarios de futuro: definir entre todos la situación esperada a la que queremos llegar, a través de una Propuesta de Actuación, desde una situación caracterizada o definida en forma de problemas detectados, posibles causas y efectos previstos (Auto-Diagnóstico).
Son preguntas que nos formulamos a la hora de intervenir sobre la realidad y que nos ayudan a elaborar los apartados del Plan de Acción Integral Sustentable (PAIS):
Esta técnica no solo sirve para la planificación. También podemos utilizarla al inicio del proceso participativo, en la fase de diseño.
Esta técnica es un instrumento útil para la construcción de propuestas que satisfagan al conjunto de acción más denso y extenso, esto es, al que aglutina a más realidades grupales con la mayor intensidad en torno a un proyecto común. También nos puede ayudar a definir la idea fuerza, que veremos a continuación.
Para ello las y los participantes han de contar con una matriz inicial que recoja todos los posicionamientos. A tal fin se ha de elaborar una matriz en la que los elementos constituyentes del Plan que se pretende desarrollar quedan enunciados en las columnas (técnica de las nueve cuestiones), y en las filas la posición central de cada sector o grupo respecto a la problemática que se está abordando, colocándose en cada celdilla las opiniones expresadas al respecto. Se puede dar el caso –de hecho así lo refrenda la experiencia investigadora-que queden celdillas vacías.
Asimismo, se puede hacer una matriz en la que se enuncian los elementos constituyentes del Plan sin etiquetar los grupos, en donde, eso sí, sean colocadas en cada celdilla las opiniones expresadas al respecto. Se elabora esta matriz inicial de uno u otro modo, lo importante es que se cuente con un material en donde el grupo pueda visualizar, sin dificultad, los diferentes posicionamientos sobre el Plan y sobre cada uno de los elementos constituyentes del mismo para así poder reflexionar sobre los múltiples y diversos dichos.
El objetivo de la aplicación de esta técnica no es poner en evidencia a nadie, sino que cada persona cuestione sus posiciones al observar tanto su coherencia interna como las posiciones de otras realidades grupales, propiciándose de esta manera el acercamiento de realidades grupales que aparentemente parecían más alejadas de lo que en realidad lo estaban. Cómo proceder: