Requieren más tiempo y recursos que los métodos tradicionales. Sin embargo el tiempo y recursos invertidos son más satisfactorios
El proceso participativo no se da automáticamente, porque cada grupo es diferente. Se requieren personas facilitadoras adecuadas, ciertas reglas consensuadas por el grupo, tener en cuenta el desarrollo de cada miembro y del grupo, y que los conflictos se vivan como parte del proceso de maduración y aprendizaje.
No es fácil alcanzar una participación equilibrada con personalidades y roles diferentes. Por eso es tan importante la figura del moderador/a o facilitador/a y tan interesante la aplicación de técnicas participativas que buscan asegurar la horizontalidad.
La creación de un ambiente idóneo para la participación está sujeta a un conjunto de factores que dependen uno del otro, y que deben ser combinados y complementados adecuadamente: facilitadores/as, materiales didácticos, logística, estado del grupo, éxitos o fracasos del grupo…Por eso es tan importante asegurar que el grupo se apodere del proceso, generar un clima de confianza y comunicación…de esta manera todo el grupo asume la responsabilidad del proceso y conjuntamente se buscan soluciones o alternativas.
Han de pensarse en base al grupo, sus características, los objetivos que se persiguen y, por supuesto, someterlas a un análisis final con los y las participantes:
¿qué pensamos sobre lo que vimos (técnicas visuales), escuchamos (técnicas auditivas) y vivimos (técnicas vivenciales)?
¿qué relación tiene esto con nuestra realidad, con nuestra comunidad, etc.?