Todo el proceso de rastreo anterior nos sirve como una plataforma muy útil para el montaje de un taller para la presentación del proyecto a todos los agentes sociales con los que ya hemos contactado, y con los que aún no lo hemos hecho, y quizá también nos sirva como primer taller de auto-diagnóstico.
Los objetivos de este taller son varios:
Cada vez se vuelven más importantes las tareas de difusión con la prensa o medios locales, manejar aparatos de grabación (videos, etc.) o establecer una red con los medios de Internet. Siempre se puede encontrar a algún muchacho/a que se anime a montar un pequeño equipo que sirva para dar estas coberturas.
Debemos cuidar estos primeros contactos y con cierta regularidad deben ser partícipes del proceso. No solo usar el teléfono, pues con las nuevas tecnologías se pueden hacer muchas innovaciones y la gente se puede sentir así gratificada. No se trata de estructuras rígidas de funcionamiento, sino de maneras flexibles de colaboración.
Todos iremos incorporándonos al mismo proceso como Comunicadores Informales o Formales.
Por ejemplo, es importante estudiar qué personas de todas las culturas o sensibilidades que pueda haber en una comunidad deben estar en una rueda de prensa, o en una foto del proceso. Sin duda, siempre hay líderes que quieren destacar, y esto es inevitable, pero se pueden ir repartiendo los papeles, haciendo que haya varios portavoces en lugar de uno solo y que se hagan las presentaciones colectivamente. Se puede explicar que por bien del proceso es mejor que sean más las cabezas visibles que menos, etc.